Formación de la embocadura
Flauta travesera
FORMACIÓN DE LA EMBOCADURA.
Posición de la embocadura: La posición de la boca sobre la embocadura de la flauta no debe hacerse con los labios completamente estirados. De este modo se pierde flexibilidad y se dificulta la ejecución de arpegios y grandes intervalos, a la vez que el sonido se vuelve fino y áspero por el cierre del paso del aliento, base de una buena sonoridad.
Por el contrario, tampoco deben tenerse los labios demasiado relajados, pues aunque se conseguiría un mejor sonido, se pierde fuerza en el aliento y no se pasa con facilidad de una a otra octava.
La posición correcta de la boca debe ser de la siguiente forma:
Colocar la boca en posición normal, para ello, se articula, por ejemplo la sílaba “dimm” y quedarán los labios juntos y a la misma altura, sin sobresalir uno de otro.
Sujetando a continuación las comisuras de los labios, abrimos un orificio, ni muy grande ni demasiado pequeño, lo necesario para sujetar la columna de aliento y controlar flexiblemente la presión del mismo.
Estos dos puntos de sujeción de las comisuras son muy importantes en la embocadura, puesto que de ellos depende la flexibilidad para poder cambiar de registro cómodamente, dado que al carecer la flauta de llave de octava, es misión de esta, que llamaremos “sujeción móvil”, cambiar la dirección de la columna de aire.
Ahora bien, las características físicas varían entre cada persona. Muchas estructuras labiales se diferencian en forma y tamaño y, aunque es comúnmente aceptado que las personas con los labios delgados están mejor constituidos para la flauta en realidad no es exactamente así.
El factor determinante es la porción del agujero de la embocadura cubierto por el labio inferior, un tercio de la embocadura normalmente debe ser cubierto, y además la forma y dirección de la columna de aire. Aunque la abertura labial más común es la centrada, debido a las diferentes características físicas pueden formarse en otro lugar de los labios. Si estas aberturas fueran producidas por posiciones inadecuadas del instrumento, deben corregirse, como también debe corregirse alguna deficiencia física, por ejemplo un engrosamiento del centro del labio superior, que puede producir una embocadura hendida.
La solución a este problema es mover el labio inferior hacia la derecha o hacia la izquierda, haciendo coincidir una de las dos aberturas del labio superior con la natural del labio inferior. El alumno debe aprender a cerrar la otra abertura apretando los labios en ese lado.
Para aprender la posición exacta de la embocadura, el alumno deberá investigar abriendo y descubriendo lentamente y observando la diferencia de la calidad obtenida. Es necesario que guarde una impresión física de la posición exacta, que deberá conservar siempre. Mirarse en un espejo ayuda bastante.
La garganta ha de quedar abierta y la elipse formada por los labios no debe ser ni demasiado estrecha ni demasiado redonda.
Mandíbula: La mandíbula es el punto de contacto de la placa de embocadura. Es necesario que la mandíbula tenga estabilidad para lograr una dirección de la columna del aire más exacta sobre el bisel. Todo movimiento hará menos fiable la emisión del sonido y ocasionará a largo plazo problemas de homogeneidad en la sonoridad y en la afinación. Los labios son fundamentales en la dirección de la columna del aire hacia el bisel. Cada registro requiere una pequeña corrección de dirección y tensión que deben ser manejados muy sutilmente sin alterar de manera sustancial la embocadura. Los movimientos exagerados de los labios no son convenientes pues pueden dificultar el centrado de la columna del aire con respecto al bisel. La garganta debe estar despejada y es necesario trabajar este aspecto haciendo referencia al reflejo del bostezo, el cual nos permite tomar conciencia de la flexibilidad de la laringe y su capacidad de ampliación. La postura general del cuerpo es base fundamental para los aspectos anteriores. Tener en cuenta una correcta colocación ayuda a integrar más fácilmente una técnica segura y una bella sonoridad
La máscara fisiológica, que es toda la parte de la boca, es un ovoide que, partiendo de la base de la nariz, pasa por el exterior de las comisuras labiales y rodea los labios. Los americanos llaman a esto “embocadura” lo que puede ser origen de algunas confusiones.
Los siguientes aspectos como la velocidad del aire son un pequeño resumen sobre lo que nos dice Michel Debost en su libro «Una flauta sencilla»
«La velocidad del aire: El aire es el alma de la sonoridad. Cada registro, cada matiz, cada cambio de afinación o coloración son ligados a una mayor o menor velocidad del aire. La velocidad del aire es un principio físico mediante el cual el aire es enviado con mayor o menor energía, produciendo variaciones de los aspectos anteriormente mencionados. El control del aire y su velocidad son primordiales para dar una variación a la interpretación, ya que es posible ampliar la paleta sonora del instrumento y mejorar ostensiblemente la afinación, haciéndola más segura.La realización de matices es condición primordial en la interpretación, y estos son controlados mediante las diferentes variaciones de la velocidad en el aire, su carencia o poco dominio va en detrimento del desarrollo del intérprete y de la obra que ejecuta.
Apoyo o soporte: Apoyo es mantener una presión constante en el flujo del aire, que se obtiene mediante el manejo y actividad de los músculos abdominales. Para el control de los músculos abdominales es necesario pensar en la dosificación del aire y en el empuje muscular hacia abajol hacia abajo.»
Espero que os haya gustado esta entrada y os sea útil.